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Las salidas de varios jugadores dejaron en el Rojo un grupo reducido para enfrentar los dos torneos, entre los cuales sólo hay tres delanteros.

Que el fútbol argentino se sustenta sobre la base de la emigración de futbolistas de todas las edades, trayectorias y pergaminos, no es una novedad. Tampoco que Independiente está más metido en esa norma que nunca, con una cancha a medio terminar que es el "teatro de los sueños", por aquello de la "cuarta pared" que le falta al arte que supieron cultivar los griegos.

El Libertadores de América, pasada la euforia de la inauguración y del regreso a casa, comenzó a parecerse al monumento a la tribuna ausente, por lo que es imperiosa la necesidad de terminarlo. Para eso, se recurre a un fideicomiso que garantice el dinero que parece ser ahora sí que alcanzaría para lo que resta hasta que falte algo más, y también al dinero fresco que pueda entrar con la venta de futbolistas.

En el medio, el Rojo deberá encarar dos torneos: el Apertura y la Copa Sudamericana. Y mientras el éxodo de jugadores parece no haber terminado, el plantel con el que cuenta Daniel Garnero parece poco para ambos compromisos, sobre todo en materia de delanteros.

El nuevo DT comenzó su trabajo con ocho atacantes, de los cuales ya fueron transferidos cuatro (Gandín y Sosa, definitivos, Blanco y Fede González, a préstamo). De los que quedaron, uno es "mediapunta" (Germán Pacheco), otro regresa de una seria lesión que lo tuvo un semestre sin jugar (Martín Gómez) y todavía hay un tercero que podría emigrar (Leonel Núñez). De esa lista, sólo no mencionamos a Andrés Silvera.

Encima, entre los volantes con llegada uno que destacó el año pasado, Ignacio Piatti, sigue sin definir su continuidad, y a esta altura todavía estamos con la incógnita aunque las últimas noticias hablaban de un posible acuerdo. No obstante, sólo la renovación de Leandro Gracián podría paliar un poco lo que a priori parece ser una falta en los puestos de ataque, sobre todo si tomamos en cuenta que Garnero parece querer utilizar un sistema con doble cinco.

Todo eso pareciera que haría retroceder sobre sus pasos a Julio Comparada, quien luego de asegurar que el Rojo se retiraba del mercado luego de las cinco incorporaciones, saldría a buscar un delantero, y quien suena es Facundo Parra.

Por último, el Rojo tiene algo desbalanceados los puestos, ya que de los cuatro arqueros es imperioso que al menos se venda a uno (Gabbarini y Assmann, los que tienen más chances). También hay dos laterales por la izquierda que seguramente hará que uno de los mejores jugadores que tuvo el equipo en el Clausura (Mareque) también arme su bolsito. Y si por dineros es, Leonel Galeano también podría irse ahora que es comunitario y su futuro promisorio.

Con todo esto, parece que el plantel le quedará chico a Daniel Garnero, quien probablemente decida más temprano que tarde pelear un sólo torneo y manejarse con la inclusión de juveniles que surjan del Selectivo de Cayetano Rodríguez.

Emiliano Penelas

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