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Tevez marcó el primer gol en una clara posición adelantada y la jugada fue repetida por la pantalla gigante; el juez, los futbolistas y los 80 mil espectadores fueron cómplices de una injusticia; Inglaterra también fue perjudicada ante Alemania.

El suspiro de los 84.000 espectadores era producto de la repetición del gol que Tevez aún estaba festejando. El delantero marcó en clara posición adelantada y el árbitro italiano Roberto Rosetti, a instancias del juez de línea, convalidó el gol. Por la pantalla gigante se corroboró el horror arbitral y dejó expuesta la falta de coherencia entre la utilización de la tecnología y su aplicación a mejorar el juego. Al igual que Tevez, la FIFA también quedó fuera de juego.

Cuando el cabezazo de Tevez llegó a la red, el juez de línea corrió tímidamente. No estaba seguro si había sido off side. El árbitro lo miró. Hablaron por el intercomunicador. Mientras la Arentina festejaba y México protestaba, la pantalla gigante repitió ingenuamente el gol y la sorpresa fue de todos. El off side había sido tan claro que no admitía ningún tipo de discusión. La imagen de la pantalla la vieron 84.000 espectadores, los futbolistas, los directores técnicos y hasta los propios árbitros. El juez de línea detuvo su marcha y los jugadores mexicanos corrieron a protestarle. El árbitro principal también se acercó. Mientras, los argentinos pedían que el gol se convalidara. Como el juego no se había reanudado, la decisión pudo haber sido corregida. Pero, por reglamento, los jueces no pueden apoyarse en elementos externos para rever una decisión. Así, todos fueron asistentes y cómplices de una injusticia y, los árbitros, quedaron condicionados por un error que no pudieron subsanar a tiempo.

Así como en el rugby el árbitro tiene la facultad de consultar mediante su intercomunicador a un asistente que sigue el partido delante de un monitor, llegó la hora de que la FIFA tome medidas y revise la aplicación de la tecnología en favor del juego.

Larrionda, muy complicado
El otro encuentro de octavos de final estuvo marcado por una falla en el arbitraje. El uruguayo Jorge Larrionda no convalido un gol de Lampard, cuando Alemania se imponía 2-1. La pelota picó casi un metro adentro del arco de Neuer.

Alejo Vetere
Fuente: Canchallena.com

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