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La ilusión de la vuelta de Gallego se estrelló duramente contra la realidad de lo que ha sido este equipo de Independiente en los últimos tiempos. Lanús fue impiadoso con todos los errores cometidos por el Rojo, y la derrota pudo haber sido histórica. Sólo fueron cinco...

Pusineri trata de frenar a Sand como sea. Assmann ya fue superado.


¿Cómo resumir la actuación de esta noche de Independiente? ¿Realmente habrá sido la peor del campeonato? ¿Se habrá, finalmente, tocado fondo? Ojalá así sea, y que el porvenir le depare a este equipo nuevos aires, porque esto no se sostiene más.

Lanús aprovechó todas y cada una de las falencias que el Rojo viene mostrando desde hace rato, y resultó implacable en el 5 a 1 final porque supo jugar con la desesperación del rival, pero también porque es un equipo ordenado, con criterio y por supuesto con grandes jugadores y un plantel que hace rato que viene realizando las cosas bien.

Enfrente, este Independiente dispar, que recibe goleadas cada vez que sale a jugar de visitante, que es humillado por los rivales y que ya tiene el oído cansado de oir los "oles" de la hinchada que le toque en suerte.

Porque más allá de las quejas de Montenegro -que no jugó en todo el partido, quizás todavía perturbado por el viaje a la altura de La Paz junto a la Selección- o de algún otro jugador de Independiente, está claro que Lanús lo pasó por arriba al Rojo y que si no hizo más goles fue porque sus delanteros no estuvieron precisos a la hora de definir (como Lagos, sobre el final) o Assmann se esforzó en impedir que muchas terminaran adentro.

Pero claro, Sand estuvo implacable, anotó cuatro en su cosecha personal, y para colmo Mareque, Núñez, Mancuello, Rodríguez y compoañía aportaron cada uno lo suyo para permitir que el Grana consiga los goles de una noche inolvidable tanto para el local como para los de Gallego.

Ya lo dijo el Tolo antes de asumir, "hay que trabajar mucho". Lo dicho, lo visto.

Emiliano Penelas

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Agustín dijo... 6 de abril de 2009, 12:12 a.m.

No coincido... creo que con el 3º gol murió el partido, pero hasta entonces no vi un baile, y no veo que hubo diferencia tal en el marcador, digamos es muy fácil jugar como lo hicieron con el partido resuelto, donde ahí si pudo pasar cualquier cosa, y creo que ocurrió... Lanús tuvo mucho criterio y se nota la jerarquía, el maneje de los tiempos, este equipo de Lanús, es muy superior... y se vio mas demostrado por la "inteligencia emocional" mas que por el juego en sí el cual no fue tan apabullador...

La Caldera del Diablo dijo... 6 de abril de 2009, 2:09 a.m.

Bueno, son puntos de vista, Lanús erró por lo menos cuatro goles clarísimos, antes del tercero, e Independiente no llegó nunca, el gol lo consiguió por un rebote aislado y sólo tuvo una con Núñez, que la paró mal cuando salía Bossio a apurarlo.
El "ole" y todo eso empezó en el primer tiempo, y creo que frenó cuando Mancuello puso el empate, porque hasta ahí si no le ponían manija a la pelota no la agarraba nadie del Rojo.
Un abrazo

Emiliano