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Independiente jugó uno de los peores partidos del campeonato ante el último de la tabla, un flojísimo Argentinos Juniors que no supo ganarlo cuando tuvo sus oportunidades. El Rojo encontró el empate sobre la hora, gracias al grosero error del arquero del Bicho.


Sebastián Torrico no supo poner las manos y el débil e inexpresivo remate de Daniel Montenegro a los 47 minutos del segundo tiempo terminó siendo el empate de un Independiente falto de ideas, fútbol, juego e iniciativa.

Durante todo el partido el equipo de Gallego, quien a nuestro parecer sigue errando con la altísima rotación y fallando en los cambios, no creó ni una sola jugada de riesgo pisando el área rival. Las pocas -poquísimas- ocasiones las tuvo con disparos de media distancia, incluyendo uno del Toti Ríos a la calle San Blas. La ecuación parecía copiada del Rosario Central de Mostaza Merlo, porque Independiente no pisaba el área del Bicho, y Leonel Núñez no tuvo ninguna jugada a su favor. Tampoco las buscó.

Argentinos, con sus limitaciones, último en la tabla y con su técnico en capilla casi con el telegrama de despido a punto de ser firmado, fue a buscarlo con más corazón que fútbol, pero sin embargo consiguió lo que buscaba al encontrar un rival que no se proyectaba, no tenía peso en la ofensiva y se cerraba torpemente en defensa. Muy descuidadas las bandas, ni el indultado Guillermo Rodríguez ni el juvenil Mariano Viola dieron nunca seguridad, como tampoco Hernán Fredes ni Gastón Machín en el mediocampo.

El equipo de Claudio Vivas fue superior, aunque tampoco era contundente arriba se las rebuscaba para convertir a Eduardo Tuzzio en una de las figuras del Rojo, junto con Ríos, que era quien más movilidad y trayectoria con la pelota tenía.

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Y tanto había ido Argentinos que al final consiguió su premio en el complemento, cuando Godoy, que hoy hacía su debut en Primera, cometió un penal infantil a Hauche, que entraba al área, y recibió la segunda amarilla. Pobre debut el del juvenil, que no había tenido un mal primer tiempo. Así, Ortigoza (lo repetimos, ¡qué jugador!) marcó el tanto del Bicho y el juego parecía irremontable para el Rojo.

Además, Bogado metió un tremendo zapatazo en el palo, y Argentinos seguía llegando. Encima, Gallego había sacado a Machín, cuando el candidato era Fredes, y colocó a Centurión, otro que tampoco hizo nada por su banda. Tampoco creemos que haya acertado con el ingreso de Sosa, cuando hacía tiempo que Núñez venía pidiendo pista para ir al banco. Y mucho menos con la salida de Ríos, quien más hacía de mitad de cancha hacia adelante.

Entonces, así las cosas, y resignados a perder nuevamente, la esperanza la puso en sólo diez minutos el Patito Rodríguez, que tiene sí o sí que jugar más. Y al final, lo dicho, un pif apenas de Montenegro, que Torrico no supo contener, se le escurrió entre las manos al mejor estilo Chiquito Bossio o Mono Burgos, y el empate final.

Emiliano Penelas

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